Estudio de la Universidad de Cambridge demostró que descansar menos de 6 horas diarias afecta la
productividad de mayor manera que el consumo de alcohol o tabaco.

Indiscutiblemente para vivir hay ciertas funciones que son básicas, tales como comer y dormir. De hecho, el descanso es
incluso más importante que alimentarse, contrariamente a lo que muchos pueden pensar y el cuerpo humano está
preparado para resistir más días sin comer que sin dormir.

Esto, dado que durante los momentos de sueño, el cerebro desarrolla una serie de procesos fundamentales para el
funcionamiento del cuerpo, entre los que destacan la consolidación de los recuerdos y la memoria, la capacidad de
reaccionar rápidamente y el descanso físico propiamente tal, los cuales permiten el “reinicio” del sistema.

Es por lo antes señalado que la productividad de los trabajadores está directamente relacionada con su descanso y horas
de sueño, dado que para realizar funciones laborales es necesario estar activo y en alerta, tanto a nivel mental como
físico. Así también, considerando la repercusión que el sueño tiene en el humor, descansar correctamente puede llegar a
influir incluso en el clima laboral.

De acuerdo con un estudio de la Universidad de Cambridge, cuyo universo fueron 21 mil personas, dormir menos de 6
horas diariamente tiene un impacto negativo en la eficiencia en el trabajo superior a la del alcohol y el cigarrillo, dado los
problemas de concentración, razonamiento y rapidez mental con que se opera. Además, a nivel físico tiene directa
relación con la aparición de enfermedades como la diabetes, la obesidad y la depresión.

En esta misma línea, diversos estudios han demostrado que contar con un sueño reparador es un excelente aliado para
mejorar las funciones inmunitarias y el funcionamiento del metabolismo, entre otros.

Por ello, en épocas como ésta, en la que el cansancio comienza a hacer mella y las vacaciones parecen tan cercanas,
pero lejanas a la vez, es importante reposar y dormir para cumplir efectivamente en todos los ámbitos del quehacer